Mi voto

Sueños de decepción en las miradas
al descubrir un mundo alto y ajeno,
sueños adormilados en las almas
imaginando un panorama nuevo.
Ocultando el resto de la realidad,
un paisaje de pájaros y flores,
que ni son buenos ni son los mejores
pero luchan por la cima con crueldad.
Tan bonita esa Niña que un día mataron
sin haber podido antes madurar
que ahora rechazan cualquier otra igual,
¿pero qué importa que se haya acabado,
truncando otro futuro corrompido?
Hace ya tiempo que me he resignado
porque, sí, siempre en mi cara se han reído,
porque para ellos la gente no es gente,
es una escalera a la que pisotear,
un medio con el que llegar al frente
para después intentar manipular.
Mundo de soledades infinitas
de voces que jamás se escucharán,
de almas que terminarán marchitas
sin haberles dejado participar.
Sin fuerzas para oponer resistencia
y sólo ahora descubro la razón,
que no es sólo rotura de paciencia,
son ataques a la mente y corazón
desde mucho antes de entender qué pasa,
casi lo tomamos con el biberón,
mis hijos vendrán cada día a casa
después de haber estado en el colegio
estudiando cutreconocimientos
de un sistema que reclama un remedio,
que está haciendo tambalear los cimientos
de toda la pobre cultura social.
¡Cómo se frotan las manos por ello!
Más tontos, más fáciles de manejar.
Quieren que nos hagamos bien pequeños.
Ya no se vota al que más confianza dé
sino al que menos miedo nos provoque,
¿somos más y con motivos para creer?
Motivos no, tratamiento de choque.
Y ya que estamos, yo quería preguntar,
¿dónde ha escondido la mano dura,
señor lleno de cabeza y corazón?
Será de suponer que la sacará
para mostrarla grande, fuerte y pura
cuando ya no sea uno más del montón.
Mundo que ata con cientos de cuerdas,
quedan en nada los gritos del pueblo,
¿quieres que vote con todas mis fuerzas?
Léeme bien, porque es lo que estoy haciendo.